Un feroz León y un enorme Oso se encontraron al mismo tiempo un ciervo. Para decidir cual de los dos se quedaba con la presa, decidieron tener un combate, el que ganara se la llevaba. Mientras peleaban
fuertemente, y sin ellos darse cuenta, pasó una astuta zorra.
La Zorra, al verlos pelear y darse cuenta que estaba muy exhaustos, aprovechó la situación y se llevó el ciervo. Corrió muy lejos, mientras el León y el Oso solo pudieron ver como se iba, pues estaban muy cansados para correr tras de ella.
Entre ellos se murmuraron: "¡Que desdicha! Tanto esfuerzo y lucha para que la presa se la quedara la Zorra."
Moraleja: Muchas veces, por el egoísmo al no querer compartir, terminamos perdiendo todo.
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